"Sólo después de que el último árbol haya sido cortado. Sólo después de que el último río haya sido envenenado. Sólo después de que el último pez haya sido pescado. Sólo entonces os daréis cuenta de que el dinero no se puede comer." Profecía de los Indios Cree. Mientras tanto el sistema crece y se alimenta del sufrimiento de muchos para el disfrute de pocos. Los ideales por los que tantos murieron están agonizando, el capitalismo los ha transformado en tazas de café, tangas y camisetas serigrafiadas, ha conseguido sacar la revolución de las calles, pasamos de Mayo del 68 a un triste blog, donde cobardes como yo nos escudamos tras una pantalla para cagarnos en el mundo, no existe la conciencia social suficiente para movilizar a las masas, somos presos de nuestra propia libertad. Poco a poco el sistema va apretándonos las tuercas, despacito y con cuidado, para que no se note. No obstante, la sumisión humana tiene un límite. Se avecina tormenta.